martes, 24 de marzo de 2009

ARCHIVO 2006: Mari Mater y su entorno háptico


Pink (To Monroe), 2005, Polyurethane and oils on linen, sintetic silk, vinyl, cotton with PVC on wood; 12' x 2'6'', 30 stretchers install in a wall corner.
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En algún momento del 2004, la artista María de Mater O’neill se posicionó frente a una pared, extendió sus brazos hacia los lados, y decidió que las medidas de su obra serían dictaminadas por las de su propio cuerpo. La Galería Botello presentó tres de sus obras recientes en CIRCA PR 06, nuestra primera feria de arte internacional, dándole espacio a que presentara este “cambio de forma en que veo la pintura, de un cuestionamiento de su materialidad y de un aprendizaje en su relación con la práctica del arte,” en palabras de la propia artista. Pinturas hechas en colaboración de otras personas con diferentes habilidades técnicas, introducción de materiales industriales, y la exploración de nuevos espacios donde acomodar las pinturas, son algunos de los componentes de la nueva producción de O’neill. En esta pequeña muestra, O’neill nos presenta “Pink” (To Monroe), y “Colors” (to Donna Summers), ambos inicialmente realizados por separado en numerosos bastidores Lebrón, y luego unidos, utilizando materiales tan variados como madera, PVC, aceites, seda sintética, vinilo, o poliuretano. En “Pink”, la artista solo intervino en 7 de los 32 bastidores que conforman la obra, dejándole el resto a que fueran trabajados por un tapicero, un pintor de motoras y un ebanista. Las formas que resultan de este trabajo son geométricas, lineales, fragmentadas, con colores vivos, que a pesar de su énfasis en lo geométrico, nos deja entrever las mismas preocupaciones por el entorno arquitectónico que se aprecia en otras pinturas de O’neill. Las formas geométricas en “Pink” nos recuerdan rejas, losa, y edificios del modernismo tropical, y pisos de madera y ventanas en “Colors”.

Acostumbrados a sus temas de la cotidianidad del estudio de la artista, particularidades de edificios, autoretratos, y pinturas de mujeres o super mujeres, esta exploración con el espacio y el color es un giro sorprendente a primera vista. La realidad, sin embargo, es que no es la primera vez que la artisa experimenta con el cambio de materiales, habiendo anteriormente cambiado los tipos de pintura que utilizaba, variando los pigmentos, aunque ésta es la primera vez que la artista pretende haber logrado un efecto háptico en su obra. Estrictamente hablando, la palabra “háptico” ni siquiera está aceptada por la Real Academia Española, sin embargo se cree que proviene del griego hapthai y que se refiere a todo aquello relacionado al tacto. Este concepto es uno de mucha importancia en esta nueva producción artística, pues lo háptico, según el crítico, poeta y anarquista inglés Herbert Read, se extendía más allá de lo táctil, sino que incluía todo aquello que fueran sensaciones no visuales y no auditivas. Al observar “Pink” y “Colors”, lo que queremos es tocarlas; cuando notamos los materiales industriales que se utilizan, nos remiten a la sensación de las texturas de los materiales sobre nuestros cuerpos en algún otro momento dado.

La más juguetona de las obras, titulada “Enamel Blue”, “invade” la parte superior de las esquinas en un espacio. Estas pinturas seriadas son hechas con caoba montada sobre aluminio, conchas laminadas, óleo, resina de alkylide, esmalte industrial, y hoja de oro. A pesar de que O’neill insista en la falta de una temática en su obra actual, que ésta es hecha para “provocar eventos, cual los significados de los mismos otorga el espectador”, es obvio el interés de la artista por la obra sobre e insertada dentro de la arquitectura y la escala humana de ella. Con una especial atención al Yves Klein Blue, estas piezas crean un juego de ilusión visual con el espectador, quien entonces reacciona a la obra, completándola.

Sin embargo, por más que las piezas inviten a ser tocadas, ¿realmente las debemos tocar? “Pink” tiene unos saquitos rellenos adheridos a la madera, que se separan con velcro, pero estas piezas no son completamente interactivas, o hápticas en el sentido estricto. La intensión de la artista parece ser, parafraseando al teórico francés Gilles Deleuze, crear sensaciones futuras, aludir al tacto y su lujo, sin necesariamente ser partícipe activo de la pieza.

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